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miércoles, 14 de julio de 2010

Angels. Capítulo 5

Angels.
Capitulo 5.
La Joya del Alma.

Habían transcurrido dos semanas desde la cena en casa de Linda. Aunque las amiguísimas del alma se visitaban dos veces por semana, así que los caballeros y las Angels se habían visto varias veces.
Camus y Nora mantenían la misma relación y Milo y Yunia seguían sin tener ninguna.

Ya que la Angel Torturada seguía siendo tan fría como Camus e Ikki juntos.

Estaba Linda de visita en el santuario cuando un aullido rasgó el cielo.

Nora y Yunia intercambiaron una mirada cómplices a la vez que decían:

-Livia.

Mu les dirigió una mirada interrogante al oír el nombre de su querida.

-¿Qué pasa?-preguntó Ártemis intuyendo que algo no iba del todo bien.

-Kartsa y Dartsa les están atacando.-respondió Nora.

Yunia no cabía en si de la ira.

-No les llega con... y ahora esto.-murmuró. Nora la miró de forma comprensiva.

Otro aullido hizo que las Angels quedaran desconcertadas.

-¿Pero de que van?-le preguntó Yunia a Nora.

-¿Qué es lo que ocurre?-preguntó Saori.

-Están intentando robar la Joya del Alma.-respondió la Angel Torturada.- Es la fuerza que mantiene con vida el bosque. Si la roban todos los seres vivos del territorio morirán.

Ártemis y Atenea se miraron durante un segundo y dijeron a la vez:

-Vamos.

Llegaron rápidamente al inmenso bosque que constituía el territorio de la Joya del Alma. Se internaron en el bosque y Nora y Yunia se fueron un momento a llamar a Livia y volvieron. Pero su forma no era la que los demás tenían prevista.

Dos enormes lobos aparecieron corriendo en el claro en el que estaban los caballeros y las Diosas.

Uno era negro como el abismo más tenebroso, de ojos verdes esmeralda y el otro era blanco como la nieve de ojos azules. Saori y Ártemis sintieron un escalofrío.

Ni siquiera Linda había visto a las Angels con su otra forma.

Los dos lobos se acercaron y se sentaron como diciendo "esperar un momento".

Nadie movió ni un músculo. Estaban intimidados por los lobos. Pues estos tenían metro y medio de altura.

El lobo negro se tumbó con expresión pensativa, sin embargo, el blanco se levantó y escudriñó el bosque con sus ojos azules.

De repente, el blanco lanzó un gruñido.

El lobo negro se levantó de un salto y dirigió la vista al blanco.

-¿Se puede saber qué...-empezó Linda.

El lobo blanco miró hacia atrás y el negro retrocedió hasta el sitio donde había estado sentado y se quedó quieto.

Un lobo gris azulado apareció de entre los árboles.

El lobo blanco volvió a gruñir.

Con un gruñido el lobo gris azulado saltó encima del lobo blanco intentando morderle. El lobo blanco lo esquivó y lo inmovilizó contra el suelo clavándole los colmillos en el cuello sin compasión.

El gris se revolvió intentando morder al blanco, pero este último volvió a clavarle los dientes en el cuello y lo tiró al suelo de nuevo.

Quien sabe cómo, el gris se zafó del blanco y le mordió la pata delantera. Los dos lobos se enzarzaron en una encarnizada lucha.

-Haz algo.-casi le gritó Ártemis al lobo negro.

Este la miró fijamente a los ojos y sacudió la cabeza.

Todos contemplaban con miedo en el cuerpo la encarnizada lucha de los dos lobos. Aunque parecía que el blanco casi no respondía a los ataques.

Pero la paciencia tiene límites, y el lobo blanco desgarró de un solo mordisco el cuello del gris azulado.


Los caballeros y las Diosas reconocieron al momento esa fuerza implacable y esa frialdad que mantenía a la cabeza encima del corazón.

Yunia.

El lobo blanco era la Angel Torturada y el lobo negro la Angel Caída.

Yunia (en forma lobuna) se volvió a sentar en el mismo sitio de antes, y colocando el hocico en una herida que no cesaba de sangrar se curó totalmente.

Cinco minutos después, un lobo de metro medio de altura, ojos azules y una pelaje crema-dorada apareció en el claro. Estaba lleno de sangre, pero no de su sangre, ya que no tenía heridas, si no de aquellos a los que había sido obligado a matar.

Mu no cabía en si del asombro.

¡Era Livia!

Después de verla con su forma lobuna cualquiera se daría cuenta de por qué era la Princesa de los Lobos.

Allí a donde iba con esa forma imponía respecto y una seguridad en si misma y tranquilidad que parecían gritar que tenía madera de gran líder.

Livia miró un segundo al lobo gris. Se acercó a él y lo tocó suavemente con el hocico. El lobo gris se transformó en un hombre.

Un hombre de armadura negra con una catana.

El caballero negro que había intentado matar a Linda cuando se habían conocido Ártemis y Atenea.

Alejándose del muerto, Livia adoptó su forma humana. Yunia y Nora hicieron lo mismo.

-¿Qué es lo que pasó?-le preguntó Saori a Livia.

-Estábamos tan tranquilos todos cuando de repente aparecieron unos dos mil como este.-dijo mirando al muerto.-Muchos de mi clan quedaron desconcertados, pues tienen el valor de adoptar una forma lobuna que se podría confundir con mi hermana. Descontando el olor, por supuesto. Esos tipos apestan.-añadió arrugando la nariz.- Intentaron pasar la verja de la mansión, y lo consiguieron. La destrozaron entera.-Livia apretó los puños.- Escapamos para el bosque con intención de proteger la Joya del Alma. Los muy inútiles pensaron que teníamos miedo y se pusieron a atacarnos a diestro y siniestro. Pensábamos que sólo querían la Joya, pero en realidad lo que quieren es matarnos a todos y luego llevarse la Joya del Alma.

-¿Por qué mataros a todos primero y luego robar la Joya si al robarla moriríais igual?-preguntó Máscara de la Muerte.

-Porque la Joya al ser robada pierde toda su energía al dejar de utilizarla de manera tan brusca. Si nos matan primero y roban la Joya del Alma después, esta seguirá manteniendo su poder.-volvió a responder Livia.

Un aullido de dolor resonó en los tímpanos de todos.

Todos menos las Angels y la Princesa de los Lobos, ya estaban acostumbradas, se taparon los oídos. Yunia, Nora y Livia se miraron unos segundos y dijeron a la vez:

-Kat.

Mientras iban corriendo hacia el lugar de donde procedía el aullido. Aldebarán comentó:

-Parece que teneis telepatía.

A Livia le hizo gracias el comentario.

-Reconocer un aullido es como reconocer una voz.-dijo ella.

Cuando llegaron al claro vieron a dos lobos de pelaje marrón rojizo de ojos verdes medio moribundos. Intentaban como podían proteger una extraña caja de madera de roble ribeteada de oro y plata y con diamantes incrustados de unos trescientos caballeros negros transformados en lobos. Uno de los lobos era adulto y otro joven. El joven atacaba sin piedad a aquellos caballeros oscuros que tenían un aspecto parecido al de la Emperatriz de los Lobos.

Uno de los caballeros desgarró la pierna del lobo adulto y este último cayó al suelo. Casi no respiraba. El lobo se transformó en una chica morena de ojos verdes, alta, delgada y con un cuerpazo impresionante.

A Maurice casi le da algo, era Kat. La famosa modelo Katrina Wylard de la que estaba enamorado.

A Saga le pasó algo muy extraño, de repente deseó que aquella chica se curara. Que cesara de sangrar. Que se recuperara. No la conocía, y sin embargo sentía que si algo le pasaba a él le dolería. Al final la reconoció, era la famosa modelo Katrina Wylard. En las revistas y en la tele le parecía guapa y tenía pinta de ser simpática, pero no le había enamorado, como a Maurice. Y sin embargo ahora que la veía en realidad, sí.

El lobo joven dió un salto y corrió a junto de ella. Pero antes de que llegara a su lado, ella exclamó.

-¡Will, la Joya!

Nora y Livia se transformaron y fueron a ayudar al tal Will a acabar con los malditos caballeros negros. Los caballeros ( los buenos, por llamarlos de alguna forma) también le ayudaron. Ártemis y Atenea corrieron a por la caja que contenía la Joya del Alma. Yunia se arrodilló al lado de Katrina para curarla. Saga se fué con Yunia para ayudarla a calmarle el dolor a Kat.

Mientras Yunia limpiaba y desinfectaba las heridas que tenía Kat, que no eran moco de pavo, Saga mantenía sumano en la frente de la modelo para que no sintiera dolor.

-¿Cómo no nos llamasteis para proteger la Joya?-le preguntó Yunia a Katrina.

-La acabamos de encontrar, Aurora la tenía.-resondió la modelo.

-¿Dónde está Aurora?-volvió a preguntar la Angel Torturada.

-Fue a avisar a Bella de esto.

-¿A Bella?-preguntó Yunia levantando una ceja.

-Más bien fue idea de Will.-respondió de nuevo Kat, sonriendo.

Saga se desconcentró al mirar a Kat sonriendo. Eres valiente. A esar de todo sonríes. Eres encantadora"pensó el peliazul. Kat hizo una mueca de dolor.

-Perdona.-se diculpó Saga.

-No pasa nada.-dijo ella sonriéndole.

…El le devolvió la sonrisa.

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